miércoles, 2 de marzo de 2016

Para mi Capitán de Tierra Firme

Hace unos años conocí un hombre bastante admirable por lo profundo de su conversación. Me impresionó  tanto que me atrevía a contarle que me gustaba escribir.  Le día a leer uno de mis cuentos y me dijo que me faltaba mucho por leer… si, así de simple, me dijo que necesitaba leer para poder escribir mejor y que su mayor recomendación era que leyera poesía…

¡Wacala!…¡ a mi no me gustaba la poesía!  Luego de que me obligaron a leer “Fuenteovejuna” de Lope de Vega y cuando tuve que aprenderme un poema larguísimo de Salome Ureña, eso de la poesía se parecía tanto a las matemáticas que realmente no me interesaba. 

Pero Dios se encarga de callarme la boca, de mostrarme lo equivocada que estaba y muchos años después del consejo de leer poesía vi una película: La Sociedad de los Poetas Muertos. La vi preocupada en un tema que de verdad me gusta: la docencia e inspirar a mis alumnos.   Cierto, el maestro de esa película, uno de mis actores favoritos, Robín Williams, tiene pasión y definitivamente la pasión se tiene o no se tiene.  Pero lo atrayente de esa película fue que realmente tomé una clase de literatura con ella y  supe quien era el tio Wall (Whitman). Empecé a buscar sus poemas en Internet y me enrede en ese mundo de poemas y más poemas que cuando llegó la hora de elegir con mis amigos de lectura una autobiografía, no dude en escoger un poeta de mi lengua:  Neruda. 

Y con este libro, prosa escrita con un poeta, sellé mi pacto con la poesía y aun cuando no puedo escribir poemas, si le he escrito una cuantas letras a mi Capitán, al mío, mi Capitán de Tierra firme. 
 
Un viaje con un Capitán de Tierra Firme

Y sin quererlo o quizás queriendo, un día conocí un capitán… Capitán de tierra firme, que me subió en la ruta de su viaje y me llevó a conocer el mundo.  Junto a el viví en Rangon ..… caminé las calles de la India feudal, tome té en una taza transparente como lo hacían los habitantes de Ceilán.


Después de andar mucho en Barco, me subí en un Tren, y absorta en la inmensidad amarilla de los abedules transiberianos, conocí los mongoles,  los Urales, el baikal, Samarkanda…


Durante mi viaje, mi Capitán de tierra firme me mostró sus amigos, esos amigos que prestan el pasaporte para escapar al exilio, aquellos con los que se puede escribir a la limón, de los que comparten hasta el amor o de los que sin conocerte, te conocen, te admiran te aman.

Y no solo anduve por calles en Valparaíso, ni  solo estuve en un Santiago florecido y de repente ensangrentado, sino que pude ver el alma de mi capitán, cuando fue quemado por  los  horrores de la guerra y la persecución, impactado por la miseria humana vestida de política y  cuando recibió el toque de la verdad  y con ella consiguió la libertad.

Mi capitán de tierra firme, con su casa de caracoles, su mangosta, su perro o su ovejo,  vestido con su capa negra, con sus mascarones de proa, sus libros, su isla negra……

MI capitán no abandonó su barco, mantuvo su velero flotando en el pacifico gigante. Asumió las tempestades y le cantó a la verdad, a la justicia, a la equidad, a la paz, al hombre justificado solo en el bienestar de su hermano..

Su barco no se corrompió con la muerte.. sigue flotando lleno de mascarones, de libros, de amigos, de vino, de caracoles, de te, de mozzarella, lleno de historia, de lugares,  de mujeres, de personas,  chocando de cuando en vez con algún arrecife, pero volando por encima del Mar y de la distancia.

Santo Domingo

02 de Marzo 2016

2 comentarios:

  1. Me encanto tu escrito al Capitán. Tengo una obsesión personal con Neruda. Tanto que cuando fui a su casa de Valparaiso, no me cansaba de admirar las cosas que el toco y acaricio. Quise ir a Isla Negra y no pude, pero tengo en DVD sus recuerdos de esa casa que vino en la producción "Neruda en el Corazón" y lo veo y palpo cada uno de sus recuerdos, aun con ansias de verlos personalmente. Tu Capitán de tierra firme, también es mi Capitán. Te felicito por expresarte tan bien y plasmar en papel sentimientos comunes. Te quiero Mag

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  2. Gracias Ama, ahora veo tu comentario!

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