martes, 1 de noviembre de 2011

Suerte o Compromiso

Uno tiene suerte o esta comprometido

Después de varios meses sin poder escribir, hoy lo hago en base a:

  1. Estoy siguiendo en Twitter a @QueLeer. En un twintcam estuvo el escritor Santiago Gamboa, quien dejó este consejo para los escritores novatos: Lee Mucho, escribe mucho y largate de tu casa, viaja mucho.
  2. Ya esos unos años, sentí como Juan Bosch me regañaba cuando leí: "El que nace con la vocación de cuentista trae al mundo un don que está en la obligación de poner al servicio de la sociedad."
  3. Un evento, con un bebe cuya madre falleció, me abrió el tema para continuar escribiendo

La pregunta es: tengo suerte? O tengo un gran compromiso?

Muchas veces sentimos que tenemos Suerte, que somos muy dichosos, que la Misericordía de Dios ha alcanzado todos los lugares de su vida. Por ejemplo, Dios nos ha hecho promesas de bienestar, que vemos cumplir, día a día en nuestras vida, mientras otros desearían tener nuestra misma Suerte.

Pero, siendo el Dios en que creemos, un Dios justo, ¿cómo es posible que nos prometa a nosotros tantas cosas hermosas y existan personas que no tienen la misma Suerte que nosotros?

En algún momento, escuché a alguien despedirse de otro y decirle: Buena Suerte y la respuesta fue: Los Cristianos no tenemos Suerte.

Y esa es mi reflexión: tenemos o no tenemos suerte los cristianos. Mi respuesta es que no, los Cristiano no tenemos Suerte, nada de Suerte.

Lo primero es que somos hijos de un Dios que nos ama a todos, de igual forma, a todos. Buenos y malos, nos ama a todos. La base de nuestra Fe es que Dios, en la persona de Jesuscristo, murió por nosotros y luego resucitó. Pero no lo hizo por uno, o por otros, sino por todos y todas.

Los Cristianos no tenemos Suerte, lo que estamos es muy comprometidos.Compelidos a ser diferentes, alegres, distintos. Comprometidos a realizar cosas por amor, ese amor loco que se dá hasta que duele. Mi reflexion, poco profunda, termina con esta versiculo biblico:

Parábola de los talentos

Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Evangelios > San Mateo > Parábola de los talentos(40:25:14 - 40:25:30)
Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que alemprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Parabola de los talentosA uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos.
Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos.
De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos.
Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinerode su señor.
Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.
Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: “Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos.”
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: “Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos.”
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: “Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.
Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.”
Su señor respondió y le dijo: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí?
Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses.
Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos.
Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera.” Allí habrá llanto y crujir de dientes.